La fuerza de seguridad se ha convertido en una bolsa de trabajo. La crisis económica provoca que miles sean los aspirantes. Los efectivos se reciben en seis meses y los riesgos se exponen a la sociedad.
La economía en crisis constante, generó una problemática social: la de que jóvenes sin vocación ni trabajo, se inscriban en las escuelas de policías con el solo objetivo de obtener un salario e ingresar al sistema formal del trabajo y salir de la miseria.
Además, el incesante reclamo de la gente pidiendo seguridad, provocó que los gobernantes opten por inundar de agentes de seguridad formados en tiempos récord. Así fue que 10.000 cadetes cumplimentaron una carrera exprés de seis meses en escuelas descentralizadas, al parecer, sin estar listos para portar armas y con poca o casi nula comprensión institucional.
En otras palabras, las fuerzas de seguridad de nuestro país y de las provincias se presentan como una bolsa de trabajo y los ingresantes egresan a los pocos meses sin preparación. Es común apreciar en La Plata y en la región a jóvenes uniformados sin el chaleco antibalas colocados y con actitud de no importarle la custodia de los comercios y vecinos de las zonas a las que son asignados.
Esta situación conlleva al peligro de los ciudadanos, en tiempos donde las drogas y las adicciones son casi moneda corriente, que los agentes se conviertan en socios de los transas para poder afrontar sus necesidades.
En las páginas policiales se han informado reiterados casos de robos de armas a uniformados cuando éstos cumplían funciones de vigilancias en centros comerciales. Es que los flamantes efectivos no han tomado conciencia del peligro que significa estar desatentos en esta selva urbana. En muchos casos y algunas experiencias así lo demuestran, no están capacitados para portar armas, no entienden su función y pueden convertirse más en un problema que en una solución.
En conclusión, los miles de jóvenes que se han recibido de oficiales policiales ingresando a un mundo laboral estable y con cobertura social.
Un oficial con 20 años en las calles platenses explicó que en la mayoría de los patrulleros del Comando de Prevención Comunitaria van tres policías. “El tercero es uno de los 10 mil que egresaron en diciembre. Nosotros tenemos que capacitarlos porque no saben nada”, sostuvo, “Se meten por un sueldo. Compromiso laboral cero”, sintetizó el subcomisario, al referirse a los nuevos policías formados en seis meses. “También es un problema que muchos de ellos están con sobrepeso”, agregó la fuente.
Pero lo que más preocupa es que no saben usar el arma. Un ejemplo que explica esta situación es lo que pasó en Villa Gesell cuando un reciente egresado mató de un tiro, al parecer accidental, a un compañero.
Respecto a la formación en el uso de armas, durante los seis meses de la carrera los cadetes recibieron 96 horas reloj en práctica de tiros. El funcionario de la cartera que conduce destacó también que “los 10.000 nuevos policías recibirán capacitaciones anuales en los centros de reentrenamiento con cursos específicos que deberán aprobar”.
FUENTE
FUENTE
0 comentarios:
Publicar un comentario